Hola Malena,

Hoy me he dado cuenta de cómo estás creciendo, cómo estás hablando más y cómo te estás volviendo cada día más consciente de quién eres y dónde estás. Solo puedo decir que te admiro y que aprendo de ti cada día. Me enseñas a mirar en mi interior, a evaluar quién soy y cómo somos. Veo que eres una versión mejorada de nosotros, una gran persona. Eres independiente, piensas por ti misma y cada día te superas.

Hace unos días recibimos los reportes del jardín al que al principio no querías ir, pero ahora te gusta ir cada día. Me sorprende ver la buena y hermosa persona que eres. Me sorprende lo bien que te comportas, y no me refiero a que seas sumisa y obediente, porque sé que tu carácter fuerte y tu seguridad no te lo permiten. Me alegra ver que te preocupas por los demás, que te gusta hacer el bien, que defiendes lo correcto y que también eres independiente, autónoma y resistente.

Hace unos días te vi triste y abatida por el jardín. Sin duda, es algo difícil para todos. A tu madre y a mí nos parte el corazón verte partir. Azulita se pone triste durante el día y se aburre un poco por las mañanas. Pero a pesar de todo eso, lo que queremos es prepararte para que crezcas, para que encuentres tu propio espacio y sigas tu propio camino. Un camino en el que explores el mundo, vivas tu vida y alcances tus propias metas y tus propios deseos.

Tu mamá dice que soy extraño por pensar en el día en que te vayas, incluso antes de que nacieras. Pero al ser consciente de ello, creo que puedo disfrutar aún más de los momentos que compartiremos antes de que elijas tu propio camino. Esto se relaciona con el «memento mori», recordándonos que somos mortales, que no solo nuestra vida, sino también nuestros momentos son efímeros. Hoy estás con tus padres, pero eso también pasará y te irás a vivir con otras personas o a otros lugares. Sin embargo, mi compromiso es que podamos disfrutar de muchos momentos agradables y dignos de recordar antes de que des ese paso.

Te amo y te envío un abrazo.